La mayoría de viviendas disponibles tanto de nueva construcción como de 2a mano están pensadas para satisfacer el modelo de familia tradicional. Pero actualmente existen muchos modelos de convivencia que son diversos y que nada tienen que ver con las estructuras antiguas de organizar un hogar. Nos dirigimos hacía la vivienda flexible.
La tradicional distribución de las viviendas con salón-comedor, cocina, habitaciones y baños se está volviendo obsoleta. En muchas ocasiones el espacio del habitat no tiene en cuenta las nuevas situaciones de convivencia. Es el caso, por ejemplo, de varios estudiantes que comparten piso, o la necesidad de compatibilizar el espacio de trabajo con el espacio habitable, o las nuevas necesidades de compartir de las personas mayores. Estas nuevas situaciones de convivencia, no solo han aumentado durante la crisis provocada por la covid-19, si no que son modelos más frecuentes y la tendencia es que seguirán creciendo e irán apareciendo nuevas maneras de vivir dentro de una casa.
Espacios versátiles
Necesitamos que las nuevas viviendas, tanto de nueva construcción como de rehabilitación, sean más versátiles. En muchos casos los diferentes espacios que la conforman han de poder cumplir diferentes funciones y que los espacios sean flexibles para adaptarse a las nuevas exigencias. O que la vivienda crezca y se adapte igual que los inquilinos que habitan en ella.
Por todo el mundo, están apareciendo proyectos muy interesantes que abordan esta nueva perspectiva. Desde salas multifuncionales, pasando por espacios y usos que se abren y se cierran, y hasta viviendas diáfanas donde los espacios se pueden subdividir con parámetros verticales flexibles y así poder ampliar o reducir una habitación. Estos últimos años ya hemos visto cómo las nuevas comunidades de viviendas empiezan a tener espacios compartidos para trabajar o para instalar un gimnasio. Así algunas actividades que antes se desarrollaban en casa o en locales especializados las puedes realizar en el mismo edificio.
Mobiliario flexible
Pero no solo hablamos de vivienda flexible, también tenemos que tener en cuenta los muebles y utensilios que habitan estos espacios versátiles. A la hora de diseñar un mueble hay que considerar también la flexibilidad para poder adaptarse a los usuarios. Según las últimas tendencias, existen 3 categorías de muebles que se adaptan a estas nuevas tipologías de viviendas:
- Muebles modulares. Los sistemas modulares permiten adaptarse a los diversos espacios y necesidades de cada usuario, por lo que se pueden utilizar para organizar cualquier lugar. Consiste en un sistema de volúmenes o piezas con posibilidades de colocarse de modos diferentes y así ocupar el espacio.
- Muebles versátiles y flexibles. La popularidad de estas piezas de mobiliario radica en su versatilidad, pudiendo tener varios formatos de colocación y adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios. La flexibilidad de los muebles, permite el uso con diversos propósitos, por ejemplo un banco para sentarse, al plegarse o girar puede convertirse en un mesa de centro, una librería puede tener partes que se despliegan y lo convierten en un escritorio.
- Muebles multifuncionales. Esta tendencia es ideal para espacios pequeños, ya que un mismo mueble puede cubrir varias necesidades o para organizar el espacio que utilizas para diferentes actividades. Un ejemplo muy claro es la estantería que además te sirve para sectorizar ambientes, y a la vez se convierte en espacio de trabajo. O el mueble compacto para habitaciones juveniles, donde en un mismo mueble puedes dormir, estudiar y almacenar.
Cada vez más, existen diferentes maneras de compartir una vivienda y la versatilidad y flexibilidad de sus espacios y muebles es primordial para la sociedad del futuro. La vivienda tiene que adaptarse a los que la habitan y no al revés.