Los profesionales del mundo del diseño aceptamos proyectos que trascienden nuestras competencias colaborando con otros profesionales para poder desarrollar un proyecto completo. El diseño colaborativo es un proceso cooperativo donde se agrupan distintas disciplinas.
Cada vez más, existen menos equipos de diseño y más profesionales liberales. Los estudios de diseño tienden a ser más pequeños y especializados y se adaptan a cada proyecto cooperando con otros estudios que ofrezcan los servicios que no pueden desarrollar.
Las diferentes disciplinas de diseño convergen muchas veces en un mismo objetivo. Estoy hablando de diseño industrial, de interiores, gráfico, incluso de arquitectura, marketing, branding y otras disciplinas paralelas que pueden cooperar entre ellas porque cada especialista entiende el trabajo de sus compañeros. Además existen muchos profesionales que completan los conocimientos para desarrollar un buen proyecto. Como los especialistas en diseño editorial, ilustración, maquetas y prototipos, renderizado y un largo etcétera.
Aunque estemos en un mundo muy especializado es bueno tener una visión holística del proyecto y saber analizar la problemática desde diferentes puntos de vista.
Lo óptimo es que cada experto desarrolle su campo de actuación pero de manera colaborativa, abriéndose a sugerencias externas y proponiendo ideas en otros campos.
Proyecto colaborativo
Este año he colaborado con un equipo de interiorismo para llevar a cabo un proyecto de hostelería. El estudio de interiorismo Kombu Design de Madrid se puso en contacto conmigo para desarrollar los elementos de mobiliario y decoración de la ampliación del restaurante Casa Amalia de Barcelona. Desarrollamos de manera colaborativa los procesos creativos del proyecto siguiendo estas fases:
- Identificación del problema. Realizamos una primera reunión en el local para establecer los objetivos del proyecto. Junto con los responsables y otros actores del restaurante, identificamos los problemas del espacio y unificamos al equipo para un objetivo claro.
- Análisis y exploración. Junto con el arquitecto, el interiorista y otros especialistas analizamos los aspectos técnicos, funcionales, de uso, estéticos y todos los conocimientos necesarios compartiendo toda la información.
- Generación de propuestas. En la fase más creativa nos retroalimentamos para poder dar y recibir ideas y conceptos de manera co-creativa y así desbloquear la creatividad y la innovación.
- Identificar acciones. Al formalizar la propuesta, distribuimos las tareas y decidimos los pasos y acciones a realizar para el desarrollo del proyecto.
- Trabajo especializado. Cada profesional desarrollaba su parte del proyecto, compartiendo los problemas con todos y uniendo las soluciones en el conjunto.
- Integración. Todo el trabajo se integra de manera coherente actuando con todos los industriales para la puesta en marcha de las obras y fabricación de los elementos.
Como diseñador industrial aporté mis conocimientos para el desarrollo creativo y técnico del mobiliario y elementos de decoración de manera colaborativa así como el control de los industriales y el seguimiento de la obra. Junto a Kombu Design desarrollamos todo el proyecto de interiorismo con unos resultados brillantes.
El diseño colaborativo como valor creativo, la comunicación abierta con todo el equipo y la participación activa han hecho posible la satisfacción del cliente y los usuarios del restaurante.
