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Design Thinking como metodología de trabajo

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  • Publicación de la entrada:28 de abril de 2021

A estas alturas muchos ya habréis oído hablar de la metodología Design Thinking. Las grandes ventajas que aporta al proceso de concepción, desarrollo y definición de un producto han provocado que en ignasiParé designStudio la hayamos adoptado como nuestro marco de trabajo. Resumiendo de forma breve sus ventajas, diremos que se trata de un proceso interactivo, flexible y enfocado a las necesidades del cliente para aportar soluciones basadas en sus necesidades, percepciones y comportamientos reales.

En el proceso de concepción, diseño y comunicación de un nuevo producto abarcamos las siguientes fases: 

  1. Empatizar
    • La primera fase del proceso busca entender el problema que pretendemos solucionar o la mejora que abordamos en el nuevo diseño. Esto engloba las reuniones con el cliente, análisis de opiniones de expertos y focus group con usuarios para entender las visiones de distintos agentes. Es una fase clave del proceso ya que permite salir de las visiones pre-establecidas y empatizar con el usuario al que va dirigido el producto. Por otro lado, la visión de expertos en la temática nos aporta mejoras tecnológicas a tener en cuenta y posibles abordajes a las mejoras de usabilidad. Hay incluso momentos de reflexión que nos permiten pensar en formas distintas de abordar las mejoras.
  2. Definir (el problema u objetivo)
    • En esta fase, ordenamos toda la información recogida de forma que nos permita abordar una solución contemplando siempre la humanización del cliente como usuario final. En lugar de pensar en una cama de madera, con un diseño contemporáneo y un precio aproximado, planteamos soluciones al descanso en un espacio definido y con la mirada puesta en una tipología de cliente. Esta manera de plantear el diseño nos permite abordar las soluciones sin olvidar las limitaciones que todo proyecto tiene. Es aquí cuando definimos el briefing del producto o productos a diseñar.
  3. Diseñar
    • Una vez hemos empatizado con el cliente y recogido las opiniones de expertos de distintas áreas, y después de analizar esta información, estamos preparados para aportar ideas y propuestas a través de un moodboard que nos permitirá ir esbozando el diseño del producto. Con de reuniones de brainstorming , técnicas creativas e incluso utilizando la técnica de la «Worst Possible Idea» avanzamos en el diseño del producto. Mantenemos en todo momento a la vista tanto las limitaciones impuestas por el cliente como los requerimientos aportados por los usuarios. Mantener las limitaciones a la vista nos hace ser realistas en relación a las posibilidades. Finalmente definimos la forma y función para solucionar los requerimientos del usuario final.
  4. Prototipar
    • La realización de prototipos escalados y de bajo coste nos permite detectar problemas que hasta ahora eran invisibles. En esta fase, y de modo interactivo, volvemos al punto 3 para solucionar problemas de desarrollo o usabilidad. No nos limitamos a realizar prototipos para valorar la estética, sino que detectamos mejoras de desarrollo (ahorro de costes, solucionamos problemas de producción, testeamos materiales, etc.).
  5. Testar
    • En esta fase, se realizan tests con productos prototipados para acabar de definir si hemos respetado las limitaciones del proyecto impuestas por el cliente. Si es necesario volvemos al punto 3 para rediseñar alguna parte del producto para ajustarnos a las limitaciones establecidas. El objetivo es detectar reacciones del usuario final (modo de uso, sensaciones, interacciones del usuario o mantenimiento del producto) y valorar necesidades de mejora.

¿Cómo se avanza a través de las distintas fases?

La metodología de trabajo basada en el Design Thinking no aborda el proceso de concepción, diseño y comunicación de un producto de forma lineal. Tanto en la fase de prototipar como de testar, es habitual redefinir el diseño del producto. Este rediseño no se plantea como un fracaso del diseño inicial sino como un paso más de definición del producto final. Las fases del Design Thinking no están planteadas como prueba -> error sino como prueba -> mejora. Hemos de tener en cuenta que durante todas las fases del proceso tenemos limitaciones que pueden ser de fabricación, económicas o comerciales y que tendremos el objetivo del proyecto siempre a la vista. Y es que una vez finalizado el proyecto, se realizan nuevos tests de usuario y análisis de la producción para poder seguir desarrollando mejoras. En unos casos vendrán por innovaciones tecnológicas, en otros casos por nuevas necesidades de los usuarios. 

Ignasi Paré

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